martes, 25 de enero de 2011

El librito en la Mesa


Como muchos, he leído los libros que mis hijos tienen como lectura complementaria en su Cole.

Les confieso que hay varios que he ojeado en más de una oportunidad, porque son de los que entretienen y te hacen sentir como cabra chica.
En vacaciones y en mi afán de que mis crìos lean, lean y lean, les dejo algunas sugerencias antes de partir al trabajo.
No siempre resulta, a veces el último juego de wii, con baile incluido, supera la tranquilidad y el reposo del libro, que queda en la mesa o escritorio en su espera.

Me he dado cuenta, que a esta edad, 6 y 8 años, el lograr ser escritor de su preferencia, no es tarea fácil. Es una edad complicada.

Ya no gustan mucho de cuentos de princesas, ni de patitos feos, pero tampoco logran mantener la atención para leer al Señor de los Anillos, ni Harry Potter.

Busco, en mi librería favorita (esa que queda en la calle Huérfanos y que tiene los mejores precios de todo Santiago, porque en Chile comprar un libro es un privilegio de pocos) y sigo buscando, pero no doy en el clavo, hasta que uno de los tres vendedores me sugiere alguno de los que recién llegan y que por cierto son poquitos.

Sin lugar a dudas mis hijos tienen sus predilectos, Papelucho y todos los de Mauricio Paredes, los encuentran entretenidos y creo que se identifican, de algún modo, con las historias.

También gozan con libros de adivinanzas, experimentos científicos y aquellos que tienen datos curiosos, como ese que dice que los mil pies tienen 750 patas y que el corazón de un canario late más de 1000 veces por minuto.

Quisiera que en los colegios la lectura se transformara en un placer y que quienes desarrollan los planes de estudio se dieran el trabajo de buscar de la misma forma que los papás lo hacemos. Porque no es fácil competir día a día con la TV, el Computador, los juegos y otros.

Talvez si los colegios tuvieran "talleres de lectura entretenida", o a los papás nos orientaran sólo un poco, podríamos hacer alguna que otra cosita en este tema.

Por ahora, seguiré dejando el librito en la mesa ,esperando que al llegar en las tardes, me cuenten con entusiasmo, la historia que conocieron ese día.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario