jueves, 4 de junio de 2009

EL SILABARIO HISPANOAMERICANO



Escucho y observo, como hoy se esmeran los padres, profesores y por cierto, que nuestros niños en aprender a leer.
Lecto-escritura, una palabra compuesta, compleja y complicada para lograr que los pequeños junten las benditas letras y puedan ser independientes de por vida.
Como en muchas otras cosas y circunstancias, insisto en saber porqué se han dejado atrás métodos y textos que dieron un gran resultado a más de una generación.
Mis padres aprendieron a leer con el “OJO”, libro que encontré hace algún tiempo en una feria de antigüedades y que fue uno de mis primeros pequeños tesoros encontrados en familia. Mis hijos tan pequeños en ese entonces no entendían por qué me conmovía tanto tenerlo en mis manos, pero celebraron conmigo.
Yo aprendí a leer antes de ingresar al colegio, era la típica niñita que sabía mucho antes de tiempo y a la que la familia enseñaba lo que se le ocurría.
Mis padres me regalaron el Silabario Hispanoamericano, que aún guardo entre mis recuerdos de infancia. Un libro hermoso, con ilustraciones que se han transformado en parte de nuestra Historia con su creador Core. (Esa es otra gran historia)
Cuando entré al Colegio, vi como una a una mis pequeñas compañeritas iban descubriendo el mundo de la lectura de la mano de una religiosa que las sentaba en una tarima de madera justo a su lado. Con los ojos cerrados y descansando sus piernas en un pequeño taburete, tomaba la lección-.
Todas sin excepción aprendían muy velozmente y al finalizar el año todas habían sido premiadas con una medallita por el gran éxito obtenido. Leíamos todo lo que llegaba a nuestras manos y lo hacíamos con confianza y en voz alta.
No recuerdo haber tenido que esperar todo un año para que nuestra maestra nos dijera que la P con la A, sonaba PA. No, en ese entonces éramos todos capaces de entederlo, sin tanto preámbulo.
Los tiempos cambiaron y el pequeño libro pasó al olvido, fue sustituido por más de un nuevo texto, muchísimo más caro, complejo y diferente según el estrato social en el que se eduque el niño.
Yo aún tengo el mío y mis padres como entonces le obsequiaron uno a mi hija cuando cumplió los dos años...ya es grande dijeron, se sabe todo el abecedario, puede aprender a leer. Y así fue.. deslumbrada, me preguntó por los sonidos que formaban las letras y luego de haber entendido la mecánica del libro comenzó a leer.
Ni ella, ni yo somos niños superdotados, sólo sucede que nuestros padres sabían que éramos niños capaces, como todos, y nos fueron planteando uno a uno los desafíos.
Hoy escucho esto de la “lecto-escritura” y las advertencias de que no es bueno “adelantar” a los niños, como si el aprender fuera pecado, sin embargo, los resultados no son mejores que antes, por el contrario la educación en nuestro país está lejos de ser un ejemplo y se priva a los niños de conocer la fantasía de la literatura hasta que cumplen los 7 u 8 años. Mi hija hoy guarda su silabario y sé que lo usará en el futuro.
¿En qué libros habrán aprendido nuestras autoridades?.

1 comentario:

  1. Encontré un portal muy dinámico para que aprendamos como motivar la lectura en nuestros hijos
    http://www.waece.org/lectoescritura/lecto/

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